martes, diciembre 20, 2005

¡aguinaldo! ¡aguinaldo! ¡aguinaldo!



en consideración a mi público, aquí estoy nuevamente. hubo un momento en que debí decidir entre escribir sobre la vida o, no sé, las elecciones. pero la vida no genera ingresos. no la mía, por lo menos, que es bastante fome como mi público habrá podido notar. y las elecciones pagan, aunque no en el sentido que quisiera.

pero después de la avalancha política sam quiso ponerse a tono con la fecha y decidió hablar sobre... ¡la navidad! sí, la navidad. así que ahora no escribo sobre la vida ni sobre las elecciones, si no que recorro las calles buscando viejos pascueros dispuestos a contar las virtudes de su trabajo.

ayer recordé un poco la infancia cuando me senté junto a uno de ellos. y aunque me dijo todo lo que sam quiere ver impreso en las páginas de su próxima revista, no llegó a lo elemental: preguntarme qué quiero de regalo.

no, viejo, el dulce que me diste no fue suficiente. tampoco era tanto lo que te iba a pedir.

Comments:
tu público te aplaude y, por lo demás, se acuerda de los viejos pascueros del puerto... ah, tanto viejo verde...
 
¿ViejoS PascueroS? ¿Hay más de uno? Y yo que he desperdiciado toda mi vida pidiendo pocos regalos, para no monopolizar al caballero, y ahora me entero de que es todo un gremio...

¿Qué le ibas a pedir?

Saludos,
 
aps! siento haberle arruinado la ilusión, don valderrama. pero sí, son varios los viejos pascueros aunque algunos aseguran ser "ayudantes" no más. como sea, mientras más sean, más posibilidades tienes de recibir lo que pides. y lo que yo pido... ps lea otra vez.

gracias, público. si subimos el rating hasta podría tener auspiciadores. y saldría a entrevistar viejos con un gorrito de coca-cola. ¿qué tal?
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?