domingo, octubre 30, 2005

sobre señoritas y señoras

- dígame. ¿qué necesita, señora?.

- ¡¡señorita!! y sin apuro.

viernes, octubre 28, 2005

la vida con ana

la cosa fue como sigue: después de unas semanas trabajando para sam, ana vino a visitarme un día. así, de improviso. y luego de convencerla de que el séptimo piso y medio no era una broma, subió a decirme sin anestesia que quería trabajar conmigo. o sea, que yo trabajara con ella.

como la oferta de sam todavía era temporal, acepté sin pensarlo mucho. así pasé de cesante con título a titulada con dos trabajos, cosa que ayudó a convencer a mis padres de que la opción por el periodismo no fue necesariamente una sentencia al hambre perpetua.

ahora la mezcla es buena. mientras la revista para viejos de sam me aburre a morir a cambio de un buen cheque, la revista para no-tan-viejos (¿o adultos fomes?) de ana me divierte bastante por un sueldo mísero. tampoco se puede pedir demasiado.

jueves, octubre 27, 2005

raro, raro, raro

a veces uno se levanta con ganas de viajar por el mundo. a veces con ganas de comer hasta reventar. a veces uno se levanta sin ganas de levantarse. y otras veces queriendo ser cualquier cosa menos periodista.

alguna vez quise ser vendedora de flores. otra, piloto de aviones. en los momentos más críticos me bastaba un trabajo timbrando papeles. pero al final volvía a sentir ese gusto en la guata cuando me sentaba a escribir.

el problema es el siguiente: desde que conozco a sam eso de no querer ser periodista me pasa cada vez más seguido. hoy desperté pensando lo bueno que sería administrar un spá.

miércoles, octubre 26, 2005

sobre señoritas y golfas

una vez felipe tuvo un sobrino. y una vez nos quedamos con el sobrino en un supermercado. da lo mismo por qué, el asunto es que estaba felipe leyendo catálogos y estaba yo a su lado sosteniendo una guagua. repito: en un supermercado. entonces un hombre se nos acercó a ofrecernos una promoción y me dijo SEÑORA.

por supuesto yo no miré. primero no noté que me hablaba a mí, después me desconcertó un poco y al final dije que cualquier persona capaz de llamarme señora no merecía más que indiferencia de mi parte.

ya me habían dicho señora antes. era gracioso. pero esa vez de verdad podría haber sido yo una señora, con una guagua, con un tipo como felipe leyendo catálogos, comprando pañales en un supermercado. y daría lo mismo la cara de escolar. porque sí, elei, a esta edad ya hay gente con marido, hijos, casa, perro y vacaciones en la playa.

yo me alegro de no ser una de esas. tampoco es que disfrute cuando me dicen señorita. lo único realmente desagradable es cuando llego a entrevistar a un viejo y luego de mirarme con desconfianza me pregunta ¿usted es la periodista? ¿en serio?

domingo, octubre 23, 2005

¿por dónde empiezo?

¿qué es lo que te está molestando? pregunta felipe desde el banco de madera y yo no puedo evitar sentirme como un paciente ante los cirujanos de nip/tuck. aunque en lugar un acuario el fondo sea la terraza de su edificio y en vez de bisturí su herramienta para resolver problemas sea el arsenal de estrellas verdes que contrabandea desde que se decidió por la siquiatría.

- bueno, si quieres saber lo que no me gusta de mí vas a necesitar un buen rato, respondo convenciéndome de a poco que las sospechas de locura debieron ser tratadas hace tiempo. me cuesta confiar en cualquier persona que se haga llamar doctor, pero quizás ya es tiempo de creer en alguien. sobre todo porque el título a felipe se le ve bastante lejano.

entonces me acuesto en el pasto como si fuera un diván y sin pensar demasiado empiezo a hablar.

viernes, octubre 21, 2005

olvídense de las apariencias



he tomado decisiones adultas en la vida. como asumir que era un fraude seguir usando el pase escolar después de un año sin ir a clases. o pedir por fin hora en el dentista y gastarme el sueldo de un mes entero en el tratamiento. pero ninguna tan adulta como comprar un dvd. sí, un dvd. para recomendar con propiedad las películas que aparecen en mi página de la revista.

de acuerdo, no es una gran página. tampoco es una gran revista. ni siquiera es "mi" página, pero me gusta sentir -¿o aparentar?- algo de propiedad en esto del periodismo: me reservo el derecho a hablar sólo sobre discos, películas o programas de televisión que sean de mi interés. así compenso un poco el aburrimiento de esta otra revista para viejos.

y bien, ya era hora de tomar este asunto en serio, dejar de plagiar críticas ajenas y empezar a tener mi propia opinión sobre las cosas. como todo un adulto. así partí a blockbuster con mi madurez a cuestas y esperando tener más suerte que con lo del pase.

la primera vez que subí a una micro con la decisión de pagar pasaje completo, el chofer miró las monedas, me miró la cara, miró las monedas de nuevo y preguntó "¿escolar?"

no me vengan con cosas

hoy volví a tomar café después de un buen rato tratando de cuidar el estómago. pero cuando pasas un año completo juntando plata para pagar un magister y justo al llegar a la meta una secretaria aburrida te dice desde el otro lado del teléfono que no, que ese programa fue reemplazado, lo menos que puedes hacer es correr por un cortado para pasar la impresión. quiero decir, lo menos que puedes hacer cuando estás trabajando y lo más lejos que llegas es al primer piso.

luego felipe me pregunta qué va a ser de mi vida el próximo año. y yo, que demoré siglos en tomar la decisión, pienso que ahora debo empezar de cero. no, no sé tomar decisiones. puedo pasar horas mirando la carta antes de pedir el almuerzo. felipe dice que en el fondo sé lo que quiero, pero no sé que lo sé.

ahora la pregunta es: ¿será cosa del destino? a felipe le cuesta creer en el destino, excepto cuando se acuerda del modo en que nos conocimos.

jueves, octubre 20, 2005

un día feliz

todos los días, a eso de las 11 de la mañana, miro primero la pantalla, luego la ventana, vuelvo a la pantalla y pienso que es una lástima que, habiendo tantas cosas interesantes en la vida para escribir sobre ellas, tenga que dedicarle tiempo a temas sin importancia. es lo mismo que financiar las visitas al dentista habiendo tantas cosas para gastar la plata. aunque probablemente lo peor sea escribir tonteras para pagarle el tratamiento.

martes, octubre 18, 2005

los principios son para tragarlos


hace más o menos un año sam me llamó por teléfono. que necesitaba refuerzos. que le gustaba lo que yo escribía (!). que podría servirle para reemplazar a sol mientras tenía su guagua. que en seis meses juntaría plata para lanzarme a la vida y además engordaría un poco mi escuálido curriculum de periodista.

pero sol no volvió. ahora llevo más o menos un año escribiendo cosas sin
sentido en una revista de viejos, comprando café en la esquina, pelando a sam con los diseñadores, subiendo todos los días hasta una oficina que está en un edificio antiguo, en el séptimo piso y medio, cosa que ilustra bastante bien cómo es que aquí todo anda a medias. pero a sam eso no le importa porque su revista tiene avisadores y gana dinero.

a mí deja de importarme cada día 15, cuando estoy en la fila tomando café y sacando cuentas.

eso no más









a veces las cosas se ven mejor desde afuera

This page is powered by Blogger. Isn't yours?