jueves, agosto 31, 2006

unas se casan, otras se titulan*

había unos 50 minutos entre el paradero más cercano a mi casa y la puerta de esa ilustre escuela de periodismo donde aprendí que antes de partir a cualquier entrevista había que poner en el bolsillo un par de pilas extra para la grabadora.

generalmente eran 50 minutos perdidos; esa costumbre de marearme en las micros impedía leer, estudiar, revisar diarios y hacer todas esas cosas que le dan sentido a la vida de los alumnos de periodismo. yo sólo miraba por la ventana y me dolía la guata de pensar en:
a. que un día ya no podría usar el pase escolar
b. que otro día tendría que hacer el mismo recorrido para pararme frente a un trío de profesores con un discurso que los convenciera de mis capacidades para ser periodista.

lo de las capacidades da para otro post; lo importante es que finalmente estuve ahí, con mis dos compañerillos de tesis disfrazados de adultos, hablando sobre asuntos de poca importancia. firmando un papel que me quitaba oficialmente el rango de estudiante (el pase, hay que admitirlo, seguí usándolo hasta que venció).

eso fue hace exactamente dos años. y ahora que miss pp está en lo mismo -aunque debo decir que mi profesor guía era bastante más simpático-, sólo en consideración a los viejos tiempos no voy a reclamarle que no haya avisado públicamente sobre el evento. cómo iba a saber cuando, hace un par de sábados, con mi glamorosa copa de martini en la mano la escuché decir que recién cuando pasara agosto tendría tiempo para re-reunirnos.

después pasé otra vez por la ilustre escuela en busca de papeles ajenos (en el fondo sí soy una buena persona) vi que no era un rasgo de vejez. ahí estaba el cartel anunciando que miss pp enfrentaría a su propio trío de profesores y firmaría su propio papel.

30 segundos de silencio por los viejos tiempos (los almuerzos bajo el árbol, las clases perdidas, los fideos precocidos, las noches de ¿estudio?, los cadáveres malditos, los resúmenes de creig...)

30 segundos de aplausos para miss pp, aunque hace rato no la veo por estos lados. debe ser por las exigencias de su nueva vida de periodista.
clap clap clap.



* y aquí uno sigue contándolo en un block.

sábado, agosto 19, 2006

no es flojera, es una percepción alternativa del tiempo

cosas que podría haber hecho en las vacaciones si no hubiera estado haciendo trabajos:
- dormir
- ver tv todo el día
- leer cosas que no incluyan la palabra epistemología
- ordenar mis libros y devolver los ajenos
- ordenar mis discos y devolver los ajenos
- perder el tiempo sin culpa

cosas que hice durante el primer semestre en lugar de hacer trabajos:
- dormir
- ver tv buena parte del día
- leer novelas y biografías
- escribir un block y leer vidas ajenas
- pensar en lo rara que es la gente de la capital
- perder el tiempo con un vago sentimiento de culpa

jueves, agosto 10, 2006

¿y usted? ¿qué crema antiarrugas me recomienda?

como todas las cosas importantes de la vida, sabía que este momento iba a llegar. pero no lo asumía. aunque debí haberlo calculado cuando el doctor calvo me advirtió, hace más o menos un año, que mi estómago ya no resistía tantas dosis de café, chocolates y mayonesa. quiero decir, no las resistía como antes y ya era un buen momento para entender que una pizza no es un almuerzo balanceado. después elei me decía que nunca es demasiado pronto para empezar con la crema antiarrugas. y, sí, me lo decía en serio.

y yo todavía no leía las señales.

hasta que hoy cr terminó de confirmarme cómo ha pasado el tiempo. porque cr se casa. con fiesta, con torta y con vestido. con código de novios de una tienda.

así se acabó la fantasía. llevaba un buen rato tratando de creer que eran casoalidades; que cambiar el plato de papas fritas por una tabla de quesos, que encontrar que los niños "están taaan grandes", que escuchar los clásicos de la adolescencia convertidos en banda sonora del supermercado no eran muestras de vejez sino puros datos anecdóticos. pero ahora que empezaron a casarse mis amigos -generacionalmente hablando, sobre todo- ya no hay nada que hacer. a pesar de la resistencia veo que el ítem adulto-fome me está incluyendo.

de aquí a la farmacia, al karaoke, a los bautizos, a la cuenta corriente, hay un solo paso.

martes, agosto 08, 2006

previously, in the sup's life


al principio de la temporada pasada vimos a sup agarrando su maleta de mimbre*, parándose frente a sam, frente a mr. jones, frente a otros personajes de aquella revista dominical, y comunicando que ocurría lo inevitable. si entonces julieta hubiera sido el éxito del momento, sup habría bajado los siete pisos y medio que la separaban del mundo real cantando "lo-me-rez-co-pe-ro-no-lo-quie-ro-pore-so-me-voy".

efectivamente, sup se fue. y como no es una chica de cambios a medias, no sólo dejó el puerto para instalarse en la gran ciudad sino que también dejó el periodismo por la sociología. al menos eso pensaba al principio. en realidad, los hechos demostraron que el periodismo es como la hepatitis: lo tienes una vez y lo llevas contigo para siempre.

en la capital, sup escuchó hablar de cosas interesantes, se reencontró con viejos interesantes, conoció gente interesante, comió y bebió cosas interesantes. aprendió mucho. excepto esa lección que una y otra vez nos da la vida: mejor hacer las cosas a tiempo. de hecho, en el último capítulo vimos a sup colapsando a causa de sus deberes académicos, estresada como en los viejos tiempos y esperando ese instante de inspiración que nunca llega.

todo eso la tuvo alejada de su block por un buen rato, desatando las críticas de sus innumerables e incondicionales espectadores. más todavía porque sus profesores, en un gesto de increíble generosidad, corrieron las fechas de entrega de sus trabajos y sup debió posponer el día de su regreso triunfal.



*homenaje a elei, desaparecida de estos antros.

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