miércoles, marzo 29, 2006

mi noche con el diputado


todo este asunto del magíster ha opacado otras cosas que han pasado por mi vida. cosas buenas. cosas que sirven para dar un buen cierre al capítulo "revista sam". y la mejor de todas se la debo, paradójicamente, al mismo sam. quién lo diría.

como tantas otras historias del último año, esta empezó en una reunión de pauta: "sup debe ir al congreso para entrevistar un diputado". puaj. un diputado. en la lista de los peores entrevistados, los políticos y los viejos lateros -que generalmente suelen ser la misma cosa- van a la cabeza.

pero este político era diferente. este político pasó parte de su vida sin dedicarse así directamente a la política y esa época coincidió justo con mi etapa más vulnerable en cuanto a gustos. y el sujeto en cuestión terminó convirtiéndose en ídolo de la adolescencia. de esos que uno recortaba de las revistas cuando aparecían sus fotos (ugh!)

así que verlo aparecer en la puerta de su oficina y recordar todo ese entusiasmo pasado fue cuestión de segundos.

pero había más. este político no era ni tan viejo ni tan latero. pidió disculpas por el atraso, costumbre que pocos entrevistados tienen. menos si son políticos. luego dijo cosas interesantes. (vale el mismo comentario) se rió. echo tallas y fue simpático (otra vez). y aunque estaba más arrugado y más carreteado que en las fotos que yo recortaba, noté que conservaba ese encanto que me llevó a tomar las tijeras alguna vez en la vida.

lo mejor -ojo con esto- vino al terminar la entrevista. como era tan tarde -sí, la conversación fue larga y entretenida- ya habían cerrado la ventanilla de la entrada donde mi carné fue retenido a cambio de un papel impreso con la hora de entrada y el nombre del diputado que me recibió en su oficina. la ventanilla estaba cerrada, yo tenía el papel y el diputado, sonriente, dijo "van a tener que volver mañana no más". yo, claro, asentí. sonriente también.

y ahora tengo en mis manos, además de una grabación muy extensa y una credencial amarilla con el escudo y un rótulo que dice "visita", un papel impreso que confirma que entré ayer en la tarde a ver al diputado y que, técnicamente, todavía no salgo. cuestión de lógica: si mi carné está en la ventanilla, yo estoy adentro. en la oficina del diputado. (!)

si el congreso de la república lo imprimió ¿quién podría negarlo?

Comments:
qué buena seguridad la del congreso, no?
te quedas adentro y a nadie le importa.
será porque a una le ven la cara de perrrna?
 
Diocito, por favor, que no haya sido el honorable diputado Ramón Farías....

Saludos !

Malaquías
 
noooo
una cosa es tener gusto dudoso
y otra muy distinta es recortar a ramón farías.
por favor.
 
suuuuuuuuuuuup, actualiza po!
 
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